AL GARETE

AL GARETE
“En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”.  Jueces 17: 6

Estaban al garete. Al garete es una expresión pueblerina que significa un descontrol, o desorganización total de un asunto en particular. Así se encontraba el pueblo de Israel. Estaban al garete porque no había rey. El que no hubiera rey implicaba que no había leyes y cada cual podía hacer lo que deseara hacer sin mayores consecuencias. Estaban al garete y hacían lo que bien les parecía porque se habían revelado contra Jehová y habían ido en busca de otros dioses. Imágenes de talla (madera) y de fundición (plata), para ofrecerles sacrificios y tener como dioses. El pueblo de Israel había corrompido nuevamente. Daban rienda suelta a los placeres de la carne. Celebraban sus propios ritos religiosos sacerdotes seleccionados entre ellos mismos, ofrendaban a sus hijos a los baales y los hacían pasar por el fuego, celebraban orgías, violaban y no había respeto por la vida humana. Estaban al garete. Le habían dado la espalda a Dios y a los mandamientos. Habían despreciado la teocracia (el gobierno por Dios). Habían despreciado a Dios y ese desprecio tuvo graves consecuencias. Hubo una cruenta batalla que surgió por causa de la degeneración de aquellos hombres (Jueces 19 – 21). Murieron cerca de cien mil hombres en menos de una semana. El pueblo lloró, se humilló y consultó a Jehová y Él les oyó. Jehová permitió la consolidación de todas las tribus e hizo misericordia entre ellos.  

La historia bíblica parece ser un cuadro tomado de nuestra actualidad. Tenemos gobierno, pero cada quien hace lo que bien le parece y anda buscando satisfacer sus propias necesidades o deseos sin tomar en consideración a los demás. El crimen va en aumento. La diversidad sexual no tiene límites. Las religiones satánicas van en aumento. La violencia reina en la sociedad. Dios ha dejado de ser el centro de nuestras vidas. Le llaman postmodernismo. Postmodernismo es un sinónimo de al garete.  Y es exactamente lo que estamos viendo diariamente en todas las esferas sociales de nuestras vidas. Al Garete, reina. Y así mismo, se le rinde pleitesía. El yo es el motor de la sociedad.

Dios es real. El que no lo reconozcamos o aceptemos en nuestras vidas, no implica su inexistencia. Existe y algún día tendrás que dar cuenta de lo que has hecho con tu vida y por la manera en que has afectado las otras que te rodean. Nadie está exento del juicio de Dios, crea o no crea en Él. Cuando llegue el día ya será tarde para ti, porque el momento es ahora, es ya. Mañana tal vez no llegue. ¿Qué excusa le vas a dar? Deja de vivir al garete y ordena tu vida, por tu bienestar, el de tu casa y tus futuras generaciones. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento inundará tu vida. Estás a tiempo de dejar de vivir al garete.

¡Dios te bendiga!

¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? ¡No temas, Cree solamente!

En el amor de Jesús,
Maribel Román Santiago©

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