IMITADORES


IMITADORES

Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.”  Juan 8: 38


Somos imitadores de nuestros padres. Nuestros hijos son imitadores nuestros. Esta palabra me impresiona. Me impresiona cuando pienso que mis hijas me imitan a mí. Soy el rol de mujer que ellas han visto desde que nacieron.  Escucharon mis palabras, vieron mis gestos, mis reacciones ante las situaciones de la vida, mi relación con Dios.  Me asusta pensar el que me haya equivocado tantas veces y la impresión que ellas han guardado en sus mentes y que imitarán algún día cuando se encuentren en una situación similar. ¡Qué fuerte esto de ser padres!

Jesús fue muy estricto con esta palabra, “Vosotros hacéis las obras de vuestro padre” Juan 8:41. Él sabía que los fariseos, quienes de continuo le juzgaban, atacaban y trataban de ridiculizarle, actuaban según lo que habían aprendido de sus padres, lo que habían oído a sus padres hablar; eran imitadores de sus padres. Esa generación actuaba paralelamente a las generaciones que fueron antes que ellos.

No se puede dar lo que no se tiene.  Si no tienes una relación con Dios, no puedes actuar como hijo de Dios.

Jesús hablaba de Dios e imitaba en todo tiempo a su Padre. No imitaba a José, aunque de José había aprendido a ser carpintero. El oficio de carpintero, una destreza aprendida, fue la enseñanza que José le dio a Jesús, aunque Jesús mismo es el Creador, el Carpintero del Universo. Mas el carácter de Jesús, fue celosamente emulado de su Padre Celestial. Por eso el Apóstol Pablo dijo, “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” en 1 Corintios 11:1.

Es tan importante el rol que desempeñamos ante nuestros hijos, tanto carnales como espirituales, que Pablo afirma en Efesios 5:1 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Filipenses 3:17, “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros”. 1 Tesalonicenses 1:6 “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo…”.

Nuestro ejemplo es de vital importancia para la gran nube de testigos que nos rodea, pero mayor aún lo es para nuestros hijos. “Hijo de gato, caza ratón”; “El fruto no cae lejos del palo”; “De tal palo, tal astilla”; “Cual es el padre, el tal es el hijo”; y podemos mencionar un sinnúmero de refranes y dichos populares que afirmarán el hecho de que nuestros hijos son imitadores nuestros. Así que, hermanos y amigos, cuidémonos delante de nuestros hijos, la sociedad, y de nuestro Dios, de modelar lo que anhelamos que nuestros hijos aprendan y sean en el futuro.

Aprendamos éstas Palabra: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” Juan 5:17. “Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” Juan 5: 19.

¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? ¡No temas, Cree solamente!

En el amor de Jesús,

Maribel Román Santiago©


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Comentarios

  1. Muy buena reflexión! :D me gustaria repetar tu copyright y mañana te voy a citar a ti y a partes de texto.gracias por la ayuda.Atte: Namcab

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