Las Artimañas del Error y la Iglesia
Dinero, Bienes
Las Artimañas del Error y la Iglesia
"para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la
iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al
propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos
seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él." Efesios
3: 10 – 12
Es por
medio de la iglesia. La iglesia es la llamada a proclamar los misterios del
evangelio en el mundo, incluyendo los lugares celestiales en los que habitan
los principados y potestades. Es la voz de la iglesia la que tiene que
sobresalir de entre los afanes y desórdenes de esta sociedad, de este mundo. La
iglesia, nosotros, tenemos que publicar la Palabra que nos ha sido revelada a
través de Las Sagradas Escrituras; las promesas, el Plan de Salvación, que Dios
ha trazado para el hombre, a través del nacimiento, vida, muerte y resurrección
de nuestro Señor Jesucristo.
No
debemos conformarnos a esta sociedad. No podemos dejarnos arrastrar por las
culturas, creencias y vivencias de los lugares en los que hemos sido llamados a
vivir, solo porque los demás también lo hacen.
Escudriñemos las Escrituras, porque en ellas nos parece que tendremos la
revelación para obtener la vida eterna.
Estoy
cansada de entrar a iglesias de todos los tamaños, que disfrazadas detrás de la
Santa Palabra de Dios, predican un evangelio distinto al que está en las
Escrituras. Son anatemas. Personas que se hacen llamar pastores y/o
evangelistas, que predican para convencer a los hermanos, que como dice en Efesios 4:14 son como "niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, o estratagema de
los hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error...", que para ser bendecidos tienen que vaciar sus bolsillos y llenar las
arcas, no de la iglesia mas de los mal llamados siervos de Dios. Nos debería
dar VERGÜENZA, de auspiciar personas y lugares como estos, que abusan de la
inmadurez espiritual de algunos para arrastrarlos obligadamente hacia toda
doctrina de error.
Huyan,
corran, salven sus vidas y las de sus familias. Somos mayordomos, sacerdotes y
sacerdotisas de nuestros hogares, de nuestras vidas y de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos para administrar. Tenemos la obligación, el
deber, de escudriñar, de pasar por el cernidor, cada palabra que sale de la boca
de nuestros líderes, no para criticar ni murmurar, no, sino para que
entendiendo las verdades del evangelio, caminemos y huyamos de toda especie de
mal.
¡Es hora
de crecer!
Dejemos de ser niños fluctuantes que se dejan llevar de todo viento
de doctrina. Afirmemos nuestros pasos. Busquemos la Verdad y sigámosla. No nos
dejemos engañar por aquellos que usan con astucia las artimañas del error,
porque en Aquel Día, seremos responsables de lo que creímos y practicamos,
cuando todo sea confrontado con la Verdad de la Palabra de Dios. ¡Todos somos
responsables!
¿Podremos,
como iglesia, dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios a los principados y
potestades en lugares celestiales? ¿Estamos haciendo lo que Dios nos ha llamado
a hacer? ¿Estamos en los lugares en los que la Palabra no es adulterada? ¿Somos
todos niños fluctuantes?
Considéralo…
¡Dios te
bendiga rica y abundantísimamente!
¿No te he
dicho que si crees verás la gloria de Dios? ¡No temas, Cree solamente!
En el
amor de Jesús,
Maribel
Román Santiago©
Maryland,
Domingo 3 de marzo 23, de 2014; 11:25 am
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